Aprendizajes tras realizar durante un mes el streaming de (casi) todo mi trabajo de forma interna en la empresa

Jordi
7 min readMay 14, 2021

Después de hacer algunas sesiones de twitch en el que hago Live Coding, pensé que hacer sesiones de desarrollo en directo de forma continua podía ser una mecánica útil también en el trabajo, o al menos, traer resultados inesperados. Pensaba que, ahora que trabajamos todos en remoto en Grupo Init, podía ser interesante indicar al resto de compañeros que podían encontrarme programando cualquier cosa a cualquier hora (laboral) a un solo click de distancia.

Podía ayudar a reecontrarme con las personas fuera de mi equipo, o tener conversaciones interesantes sobre el trabajo que estaba haciendo en un momento dado. ¿Funcionaría? ¿Qué resultados traería consigo? ¿Quizás descubriría una nueva línea de negocio, “el twitch corporate”?

¿Sería esto el “twitch corporate”?

En este post te cuento mis conclusiones, y siguientes pasos. Si no quieres leerlo todo, te hago un spoiler: no ha funcionado como a mi me gustaría, pero voy a realizar una segunda iteración.

El comienzo

El 6 de Abril de 2021 escribí un mensaje en el Mattermost corporativo con las intenciones y reglas del experimento. Se puede leer dicho mensaje en este tuit:

La idea para prototipar era sencilla, y no requería de herramientas más allá de las que ya usamos:

  • Tener una videoconferencia continuamente abierta y compartiendo pantalla (internamente usamos https://bigbluebutton.org/).
  • Con el audio por defecto abierto.
  • Pedía a las personas que si me veían concentrado, que no habilitaran su audio.
  • Así las personas podían acceder a la herramienta de videoconferencia, sin necesitar permiso para acceder, y ver qué estaba haciendo.
  • Mi compromiso era intentar mantener, en la medida de lo posible, dicha videoconferencia abierta.
  • Añadí en mi perfil de Mattermost también el enlace a la videoconferencia, para que la gente supiera dónde encontrarme.

Así empecé. Lo comuniqué. Arranqué la videoconferencia, y … a esperar… ¿Vendría alguien? ¿Quién sería? ¿Qué buscaría? Os prometo que, aunque tengo contacto medianamente fluido con la mayor parte de las personas de la empresa, en ese momento sentía mariposas en el estómago…

Mi puesto y tipo de trabajo

Antes de proseguir, creo importante aclarar cuál es mi puesto en la empresa y el tipo de trabajo que desempeño, porque creo que ha afectado al resultado final.

Trabajo como Responsable del Equipo Técnico (algo así como Engineering Manager) en el producto Inithealth, en un equipo en el que tenemos 2 Product Marketing / Managers, y 4 desarrolladores (me incluyo en estos últimos). Como persona que lleva en la empresa más de 10 años, y que ha vivido todo tipo de proyectos a través del producto, tengo gran conocimiento sobre éste, y como consecuencia, participo mucho en las reuniones de Product Management. Por tanto, mi tiempo se resume en un tercio a participar en sesiones de producto, otro tercio en el apoyo a la venta y otro tercio en el delivery de software en sí (desarrollando o apoyando al equipo a desarrollar).

Por tanto, las probabilidades que alguien tiene de acceder y encontrarme desarrollando son pocas; y a la vez, es altamente probable que accediera y me viera en algún tipo de reunión. De hecho, mi trabajo es altamente colaborativo (tanto cuando desarrollo como participo en producto o vendiendo). Casi siempre estoy reunido “haciendo cosas con alguien”. Y si no estoy con alguien, puede que esté desarrollando algo trivial o aburrido (para descargar al equipo), o alguna presentación de apoyo para alguna venta.

Los primeros días

Sinceramente, el comienzo fue bastante bueno. Dos personas con las que no suelo coincidir habitualmente, se conectaron y estuvimos hablando. Me entusiasmé enseguida con los resultados obtenidos.

Una tercera persona entró al día siguiente, y como estaba realizando un mock visual de una parte de nuestro producto, pude explicarle en qué consistía dicho mock, y me dio pie a explicarle algo del producto que en condiciones normales no habría explicado tan directamente.

Los resultados que estaba logrando en aquel momento me hacían pensar que la estrategia era buena, y que el esfuerzo merecía la pena.

Sin embargo, poco a poco, la gente dejó de acceder. También es reseñable que ninguna persona accedió dos veces. Creo que las personas que accedieron lo hicieron para ver de qué iba el experimento, y eso fue la causa principal de tracción. La curiosidad acabó diluyéndose y el “día a día” pudo más que el esfuerzo de volver a entrar otra vez.

Quiero dejar claro también que de este experimento excluyo a las personas con las que contacto diariamente en el trabajo, y que, lógicamente, tenemos nuestras herramientas de comunicación ya diarias, y a través de las cuales, me veían directamente. De hecho, solo una persona de mi equipo accedió a la videoconferencia del streaming, y fue solo puntual y por curiosidad.

Hechos y conclusiones

Así pasaron los días, y empecé a entender qué implicaba tener la videoconferencia abierta, y el esfuerzo que se requería para “tener audiencia y venderme”, exactamente igual que en twitch. Y éstas son las conclusiones que saco de este periodo:

  • Para recordar a la gente que mantenía el canal de videoconferencia abierta, tenía que hacer “SPAM” en el canal general del Mattermost para obtener algún resultado. A los pocos días dejé de hacerlo, porque me sentía fatal haciéndolo, sentía que insistía demasiado, y que hacía, literalmente, SPAM. Al dejar de hacerlo, el número de visitas se redujeron drásticamente.
  • Tener la videoconferencia continuamente abierta, compartiendo pantalla continuamente, suponía un esfuerzo muy grande para la CPU, y para la batería. Hubo momentos en los que tuve que detener la herramienta de videoconferencia por esto mismo. Esos momentos incluso me hicieron sentir mal. ¿Y si justo entraba alguien y no estaba? ¿Pensaría que el experimento se había detenido, y que había tirado la toalla? ¿Perdería la capacidad de retener a alguien? Realmente pasaban esos pensamientos por mi cabeza, que me crearon puntualmente cierta (ligera) angustia.
  • Debido a la cantidad de reuniones que pueblan mi agenda, continuamente tenía que informar en éstas que estaban también presentes en otra videoconferencia, con intención de pedir permiso. Nunca tuve ningún problema en reuniones internas. Nunca lo hice, lógicamente, en una reunión externa. Finalmente, para ahorrar el mal trago de todas las personas, me encontré deteniendo la herramienta también en muchos de estos momentos.
  • Me gustaría decir que mantuve mi correo o el Mattermost abierto continuamente sin miedo a que alguien accediera y me pillara leyendo algo privado. Eso sí paso con el correo, pero no pasó lo mismo con Mattermost. Nunca sabes quién te puede escribir para qué, o para desahogarse. Así que mantuve el Mattermost oculto en una segunda pantalla continuamente. El experimento también me ha servido para darme cuenta de esto.
  • No pasó ninguna vez, y no sé si es por la baja probabilidad de que eso pasara, que alguien entrara justo cuando estaba haciendo algo de código concreto, y eso provocara un rato de pair programming, o de charlar sobre buenas prácticas, etc. Es lo que más pena me da, pues era uno de los objetivos principales.
  • Nadie en la oficina ha replicado mi experimento.

¿Qué voy a hacer ahora?

Mi aprendizaje principal, a través de mi experiencia individual, es que no me merece la pena tener una videoconferencia abierta de forma continua esperando que alguien acceda solo por ello, y dando la tabarra para que alguien entre. Y que así no voy a lograr los resultados esperados.

Lo que sí quiero intentar es a hacerlo de otra forma, para ver si así obtengo dichos resultados. Voy a probar exactamente a:

  • Crear un canal de Mattermost con nombre “#collaboration” o similar.
  • En dicho canal, anunciaré el trabajo que vea que puede ser colaborativo y que pueda prever con antelación. Creo que eso también creará en mi parte de un “compromiso”, ayudándome a que “otros temas” no me desprioricen el trabajo a realizar, o que sin querer, procrastine o retrase dicha tarea.
  • Me encantaría además que esa iniciativa la replicaran otras personas. Es por eso que el canal no se llamará “jordi-stream”, sino que me gustaría que fuera un canal donde las personas exponen qué van a hacer, y que otros (entre los cuales esté yo), podamos unirnos a la sesión que más apropiadada nos parece (por agenda, conocimientos, etc.)

Si hay la oportunidad de un “twitch corporate”, creo que ése es el camino.

Por lo tanto, propondré en la oficina la creación de ese canal, y veré si hay personas interesadas en seguirlo. Si hay al menos 3–5 personas interesadas, continuaré el experimento. Y si no es así, aquí habrá terminado mi viaje. Un viaje a través del cual he sacado unos aprendizajes y unas experiencias de las cuales estoy muy contento.

¿Y tú, has tenido alguna experiencia similar? ¡Gracias por leer hasta aquí! No olvides compartir lo que quieras.

👉 Recuerda que puedes seguir mis sesiones de twitch online en Escape From The Blackout

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👉 Otra de las cosas de las que quería “fardar” en la oficina era de este plugin de Jest que me hice para encender y apagar la luz de mi habitación en base al estado de los tests. Muy chulo para fomentar la práctica de TDD / BDD.

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Jordi

Learning and growing in teams that develop software and create impact. I work in @lifullconnect